LA LENGUA, SITIO MÁS FRECUENTE DE CÁNCER BUCAL. IDENTIFICAR LESIONES O CAMBIO DE COLOR DE MANERA OPORTUNA, PUEDE SALVAR LA VIDA

En este tema, la doctora Aranda Romo dijo que desde el 15 de julio de 2009 todas y todos los especialistas latinoamericanos del área dental, se congregaron para formar una red de patólogos bucales y que hasta el día de hoy, cada uno en sus diferentes centros de salud lleva actividades al respecto para identificación oportuna del cáncer bucal.

Sobre la identificación del cáncer oral, dijo que hay varios síntomas a estar atentos tales como manchas rojas o placas blancas, lo que representaría el inicio del cáncer, y que son conocidos como desórdenes potencialmente malignos. Y si son identificados, y como no duelen, son esos cambios en el color y en la textura de la cavidad oral, sobre todo en los bordes laterales de la lengua.

“La lengua es el sitio más frecuente de cáncer oral, de ahí la campaña que se lleva a cabo denominada Saca la Lengua, ya que la lengua es uno de los sitios donde se puede iniciar el cáncer con mayor frecuencia, al no presentar dolor y puede pasar desapercibido. Pero estos cambios de textura, así como de color blanco o rojo, son orientativos para poder acudir con un profesional y realizar un diagnóstico oportuno”.

Comentó que una vez detectado, se puede detener el avance; es decir, cuando ya se ha establecido un diagnóstico de carcinoma, la característica clínica cambia al volverse una úlcera elevada, de bordes dorados y que va creciendo rápidamente. “

“En algunos pacientes, esta úlcera puede no ser dolorosa; aunque en mi experiencia y los casos que yo he visto, los pacientes acuden justo cuando hay dolor precisamente en ese borde”.

Finalmente, la doctora Saray Aranda Romo explicó que ya en casos extremos el pronóstico de poder combatir el cáncer disminuye y los tratamientos suelen ser más agresivos, “pueden ir desde quitar la lesión con márgenes, o quitar la mitad de lengua o definitivamente quitar la lengua. Por lo que entre más rápido se identifique y se acuda al médico, mayor probabilidades de pronósticos favorables e incluso de salvar la vida de un paciente”.