MARIANA Y SU HIJO CONTINUAN LUCHA POR LOGRAR CONDICIONES LABORALES DIGNAS Y PONER FIN A LA DISCRIMINACIÓN

A pesar de todos sus esfuerzos por compaginar el trabajo con el cuidado de su hijo con discapacidad, desde el IMSS delegación SLP se sigue haciendo caso omiso violando sus derechos humanos.
Desde hace ya algún tiempo, la activista potosina defensora de las personas cuidadoras familiares no remuneradas, Mariana Hernández Noriega, ha emprendido una lucha por poder compaginar su trabajo dentro del IMSS San Luis Potosí con el cuidado de su hijo. A pesar de estos esfuerzos, ella como muchas otras personas se ha topado con infinidad de obstáculos que han vuelto esta travesía cada vez más difícil, pero eso sí, sin tirar nunca la toalla. Recientemente su función fue reconocida por jueces en la materia laboral para posteriormente refrendarse ante un tribunal colegiado lo cual significó un triunfó al ordenarse su reinstalación en su empleo. Sin embargo, la travesía no ha hecho más que comenzar pues a pesar de esta decisión que ha venido a marcar un antes y un después, la Delegación del IMSS y la Jefatura de Personal han hecho caso omiso a estas indicaciones impidiendo que se realice el ajuste razonable para que pueda acudir a atender como es debido a este menor de edad. Para el Instituto Mexicano del Seguro Social la notificación llegó el pasado 9 de agosto de 2024 y su respuesta no pudo ser más inadecuada pues no solo no realizaron los ajustes necesarios para que ella pudiera cumplir ambas funciones, sino que le ofrecieron condiciones normales forzándola a tener que dejar a su hijo con parálisis cerebral severa solo o al cuidado de su hermana menor para poder ella seguir llevando un sustento al hogar.
Mariana, quien también tiene discapacidad psicosocial ha tenido que presenciar como en reiteradas ocasiones se han cometido actos de discriminación contra ella y su hijo destacando en la actualidad dos personajes de nombre Paulina del Rocío B. y José Manuel R. quienes han hecho hasta lo imposible por impedir su área y horario vean modificaciones. Por el contrario, se han limitado a ofrecer soluciones que rayan en lo ridículo como lo fue la oferta de una plaza con menor salario o mantener su situación tal como estaba en claro reflejo de la omisión y desacato que están haciendo a una orden respaldada judicialmente. En conclusión, desde este lugar se han cometido una cadena de violaciones graves que han perjudicado a una madre y su hijo que lo único que buscan es tener la misma oportunidad que el resto de personas, pero solo han encontrado daños emocionales y laborales.
Mientras tanto, Mariana continúa siendo un ejemplo de lucha y perseverancia para lograr un cambio que no solo la beneficie a ella y a su hijo, sino que también lo haga con todas aquellas personas que pasan por la misma situación y son obligadas a elegir entre atender una cosa u otra sin considerar su realidad. Su búsqueda de condiciones laborales dignas para las mujeres cuidadoras no cesará hasta que el obtener un empleo formal no condicione el bienestar y la vida de sus seres queridos.