MUJERES CUIDADORAS ALZAN LA VOZ CON GUANTES DE BOXEO
En un cuadrilátero simbólico, mujeres cuidadoras familiares no remuneradas se calzaron los guantes de boxeo para luchar, no por títulos ni medallas, sino por visibilidad, dignidad y justicia. La sesión fotográfica conmemorativa, organizada en colaboración con Samuel Ruiz A.C., tuvo como tema central el boxeo, pero lo que realmente se puso en escena fue la lucha incansable que estas mujeres enfrentan cada día.
Montserrat, Fran, Carmelita, Margarita y Mariana no pelean en estadios ni bajo reflectores. Su ring es el interior del hogar, donde cuidan a infancias con discapacidad severa o a adultos mayores, muchas veces sin descanso, sin remuneración y en condiciones de profunda precariedad. Día tras día, enfrentan el desgaste físico y mental que deja el abandono institucional, la falta de políticas públicas eficaces y el olvido social.
Desde el lente de la cámara, alzaron la voz en nombre de miles de mujeres que, como ellas, han tenido que luchar por lo básico: Alimentación, salud, respeto y reconocimiento. Denunciaron la violencia sistemática que enfrentan en escuelas, hospitales y juzgados, donde más que servicios reciben trabas y maltrato. Sus batallas son silenciosas, pero cotidianas. Sus heridas no sangran, pero calan hondo.
En esta sesión, el boxeo fue metáfora: Cada golpe representó años de negligencia, cada defensa simbolizó el amor incondicional por quienes cuidan y cada mirada firme al lente fue un grito ahogado por tantas veces ignoradas. Ellas no piden flores este 10 de mayo, exigen derechos.
En el rostro de cada una, más que cansancio, brilló la determinación. Porque estas madres no están solas y en cada fotografía quedó grabado algo más que una imagen: Es una historia de lucha, de amor y de una valentía que no se rinde.
