Lo que debía ser una jornada democrática histórica en San Luis Potosí, por la inédita elección del Poder Judicial, ha derivado en un espectáculo vergonzoso con funcionarios de casilla que, lejos de cumplir su papel con imparcialidad y civilidad, han decidido tomar el rol de cadeneros de antro sometiendo a los votantes a revisiones corporales dignas de un retén.
En la sección 1260, en San Jorge, ciudadanos denunciaron que los funcionarios están revisando físicamente a las personas antes de permitirles votar, bajo el pretexto de que podrían traer “acordeones” a pesar de que estos están avalados por la autoridad electoral para agilizar el ejercicio. Esta actitud, más propia de la prepotencia que de un proceso democrático, ha encendido la indignación de los presentes.
La situación se repite en la sección 1318, en la cabecera municipal de Soledad de Graciano Sánchez donde se reportó que los funcionarios están recogiendo presuntos acordeones y hostigando a los votantes. En la sección 1316, en la colonia La Virgen, la tensión ha escalado tanto que se habla incluso de cerrar la casilla por esta misma causa.
En la sección 1275, en la colonia San Francisco, los funcionarios simplemente no quieren abrir la casilla sin dar explicaciones claras, mientras que en Jardines del Valle, sección 1297, los ciudadanos siguen en espera de poder ejercer su derecho, enfrentando desorganización, abusos y falta de garantías.
El descontrol y la arrogancia con la que algunos funcionarios se están manejando reflejan lo peor de la improvisación y la prepotencia que caracterizan al régimen morenista. Un ejercicio que debía empoderar al pueblo se está convirtiendo en una jornada de intimidación y atropello.